Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 20, 20-31

20 Al día siguiente se levantaron temprano y salieron al desierto de
Técoa. Mientras iban saliendo, Josafat, puesto en pie, dijo: «¡Oídme, Judá y
habitantes de Jerusalén! Tened confianza en Yahveh vuestro Dios y estaréis
seguros; tened confianza en sus profetas y triunfaréis.»


21 Después, habiendo deliberado con el pueblo, señaló cantores que,
vestidos de ornamentos sagrados y marchando al frente de los
guerreros,
cantasen en honor de Yahveh: «¡Alabad a Yahveh porque es eterno su
amor!»

22 Y en el momento en que comenzaron las aclamaciones y las
alabanzas, Yahveh puso emboscadas contra los ammonitas y moabitas y
los del monte Seír, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados.

23 Porque se levantaron los ammonitas y moabitas contra los
moradores del monte Seír, para entregarlos al anatema y aniquilarlos,
y
cuando hubieron acabado con los moradores de Seír se
aplicaron a
destruirse mutuamente.

24 Judá había venido a la atalaya del desierto y se volvieron hacia la
multitud, pero no había más que cadáveres tendidos por tierra; pues
ninguno pudo escapar.

25 Josafat y su pueblo fueron a saquear los despojos y hallaron mucho
ganado, riquezas y vestidos y objetos preciosos, y recogieron tanto que no
lo podían llevar. Emplearon tres días en saquear el botín, porque era
abundante.

26 Al cuarto día se reunieron en el valle de Beraká, y allí bendijeron a
Yahveh; por eso se llama aquel lugar valle de Beraká hasta el día de hoy.

27 Después todos los hombres de Judá y de Jerusalén, con Josafat al
frente, regresaron con júbilo a Jerusalén, porque Yahveh les había colmado
de gozo a costa de sus enemigos.

28 Entraron en Jerusalén, en la Casa de Yahveh, con salterios, cítaras
y trompetas.

29 El terror de Dios cayó sobre todos los reinos de los países cuando
supieron que Yahveh había peleado contra los enemigos de Israel.

30 El reinado de Josafat fue tranquilo, y su Dios le dio paz por todos
lados.

31 Josafat reinó sobre Judá. Tenía 35 años cuando comenzó a reinar, y
reinó veinticinco años en Jerusalén. Su madre se llamaba Azubá, hija
de
Siljí.